La OCDE tiene el santo descaro de recomendar a nuestro país invertir en educación. Ellos que forman parte de esa entente cordiale del FMI, el Banco Mundial y la OMC, pero disfrazados de la intelectual independiente de la familia. ¡Ni siquiera saben escoger el disfraz!
Hablan de invertir en el más duro sentido económico, confiando que lo gastado se recuperará multiplicado.
Mercantilización para tontos, o para sicarios. Así es como cobran sentido los mensajes de países como Alemania que están dispuestos a abrir sus amorosos brazos a los jóvenes españoles adecuadamente formados con el dinero que "nos prestan" a través de las disparadas emisiones de deuda. (Como sospecha y denuncia uno de mis "viejos profesores" de la facultad)
De momento estamos presenciando lo que se podría calificar como fuga de cerebros. Incluso hay un blog (pepas y pepes) que refleja esta triste realidad de las que, tal vez, sean las generaciones con mayor nivel de formación de nuestra historia contemporánea.
Y aun con recomendaciones, se recorta. Pero adecuadamente, privatizando la parte suculenta, la que puede dar dinero, hasta convertir la red pública en un reducto de marginalidad. El negocio es el negocio.
Volveremos a esa escuela esclerótica que canta los valores de la dictadura. De la actual, la de las finanzas.
3 comentarios:
No se puede decir mejor. En vez de apostar por el ideal humanista de subir la media cultural, proponen una élite neoliberal de la cultura. Un poco tarde para esas andanzas, Sancho sabe demasiado.(véase la polémica sobre La civilización del espectáculo, de Vargas Llosa, Neuman en su blog describe un panorama mucho más íntegro y verdadero, al cabo de la calle, en suma.)
Saludos.
Vargas Llosa, creo que con buena intención, cae en la nostalgia de la letra escrita y las élites intelectuales. Pero el espectáculo es parte de la cultura y la letra puede ir acompañada y ser acompañante. No me parece nuevo, ni exclusivo de las nuevas tecnologías, siempre ha sido así.
En cuanto a ideales, ya ves los que hoy quieren hacernos tragar con un poco de azucar (cada vez más escasa, por cierto)
Saludos.
Tienes razón, su intención es pulcra, pero no es lo que cuenta. Intentar volver ahora a épocas pasadas con el vuelco transoceánico en el concepto del hombre que está vigente con la red de comunicación global es una impostura. En este sentido, lo poco y bueno que llevo leído del señor Sloterdijk me confirma lo que pienso. Vargas Llosa goza de un poder mediático un tanto desmedido.
Salud.
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