14 de octubre de 2012

Sócrates o la estaca


Los códigos penales siempre vienen a posteriori, a remolque de los delitos que ponen en juego el statu quo social y el poder establecido.
La alternativa entre reinsertar y castigar no es otra que la alternativa entre Sócrates o la estaca, entre enseñar la virtud, es decir, educar a los ciudadanos o el tu la haces, tu la pagas. Sócrates exige inversión y preocupación por el ciudadano desde su infancia; políticas sociales y económicas que frenen la desigualdad y suplan desestructuraciones familiares. La estaca es más barata de entrada, parece más firme y justiciera, pero tiene resultados contraproducentes: una vez saldada mi deuda con la sociedad estoy en paz y puedo emprender un nuevo endeudamiento, el secreto del éxito está en que no me pillen.
Una sociedad, incluidas sus leyes, no puede apoyarse en la desigualdad de sus ciudadanos y a la par pregonarles que la felicidad se compra, porque sus desfavorecidos quedarán automáticamente tentados para lograr el dinero que se les niega. ¿Quién no va a querer ser feliz?
Lo confirman paises como Estados Unidos de América, donde la delincuencia es galopante y las cárceles están saturadas, a pesar de su estaca equipada con cadena perpetua y pena de muerte.
Los códigos no previenen la delincuencia, tan sólo permiten juzgar y castigar. Es precisa una labor educadora del estado cuya eficacia no sólo depende del dinero invertido, sino también del comportamiento de nuestros nuestros poderes, tanto de los cargos electos como de los magistrados. No lo olvidemos, los valores se aprenden ante todo mediante el ejemplo. La ley misma ha de estar regida por una igualdad distributiva real, para ser también ejemplar.

6 de octubre de 2012

Heridas


Para los niños, las cicatrices son medallas. Los amantes las utilizan como secretos a revelar. Una cicatriz aparece cuando la palabra se hace carne.
Es fácil mostrar una herida, honrosa cicatriz de la batalla. Es duro mostrar una pústula.
(de "El juego favorito" de Leonard Cohen)
La niñez pasó, las amantes nos conocen demasiado.  Mudos, hemos desertado.
Somos un Job sin Dios.

1 de octubre de 2012

Oración


Cuando el gobierno blinda el Congreso, como si fuera a ser tomado al asalto por una turba de malhechores y felicita la desproporcionada actuación policial;
y la Secretaria General del partido en el poder califica de "golpe de estado" lo sucedido el 25S.
Cuando el Secretario de un sindicato policial la sigue y dice que emula el golpe de estado del 23F;
y el de otro habla de pijoprogres y rojos energúmenos refiriéndose a quienes critican la actuación de los antidisturbios.
Cuando no se investigan las actuaciones de policías de paisano infiltrados entre los manifestantes;
y lo sucedido en la estación de Atocha ni se menciona.
Cuando esto sucede, no se ha perdido el norte, al revés, se está siendo fiel a un rumbo marcado;
y por ello suplicamos:
¡Padre, condénalos, porque saben lo que hacen!