26 de mayo de 2012

A golpe de motosierra


Cada vez son menos, están abusando tanto de la mentira descarada que ya casi nadie cree una sola de sus palabras. Sin saber quién era Gorgias, están ejemplificando sus denuncias del lenguaje empleado como vehículo de manipulación política e interés personal y no como vehículo de comunicación y búsqueda de la verdad. Su política de hechos consumados, a fuerza de decreto ley, ya no son tijeretazos sino golpes de motosierra.
Caso concreto, de estos aprendices de ateniense corrompido, es el sucio juego de enfrentar los profesionales de la educación con la población en general, para ocultar la barbaridad que se está pergeñando.
Su rastrera estrategia presenta a maestros y profesores como una pandilla de insolidarios con el sufrimiento económico de tantos. ¡Teniendo el sueldo seguro y se quejan por unas horitas semanales más!. Se trata de enfrentarlos con la opinión pública, para que sus medidas se aplaudan como un merecido castigo hacia esos privilegiados. Desviar la mirada para que la gente no vea cual es el verdadero problema:
si nuestro país lleva varios siglos invirtiendo en educación por debajo de la media europea y ahora se recorta ¿dónde va a descender la educación española? ¿Qué futuro espera a nuestro país sin las oportunidades de una buena educación para todos?
Nuestro gran bipartido, el PPSOE y sus conservadores socios, los de chapela y los de barretina, llevan tiempo destrozando la igualdad de oportunidades de nuestros hijos. Cuando el acento del desgobierno recae sobre las dos primeras sílabas, como ahora, lo hacen de modo zafio y precipitado; cuando recae sobre las dos últimas lo hacen de forma más artera. ¿Qué les importa a ellos el futuro de nuestro país? Tan sólo el de su cuenta corriente, el de sus inmuebles y, como mucho, el de sus familiares.
A pesar de todo, ahora mismo en nuestro país la calidad de la educación pública supera con creces  a la privada, y esto parece intolerable, las aguas han de volver a su cauce. De paso, si podemos hacer negocio con la educación, adelante.  No podemos dejar escapar una crisis tan buena, dijo el ministro implicado citando las palabras de Rham Emanuel.
Esa población a la que desprecian no se deja engañar con tanta facilidad, ¡tantas veces los hemos sorprendido en mentira!
Al menos eso quiero creer. Lo que me preocupa es ¿por qué seguimos tolerando los golpes de motosierra?

20 de mayo de 2012

Amor virtual


¿Quién no ha tenido (al menos los nacidos antes de los 90), una novia a la que escribía y por cuyas respuestas suspiraba?
Si los amores epistolares fueron propios de nuestra adolescencia, ahora que los carteros no acarrean sino multas de tráfico y algún que otro paquete, los amores se han hecho digitales y habitan en la red. Amores de tuenti, de facebook y de messenger, carecen del entrañable sabor a goma de los sellos de correos, del dulzor pesado de los sobres y del aroma de las cartas perfumadas. Han cambiado la jerarquía de los sentidos, la vista es ahora el dominante. Y han ganado, desde luego, en rapidez.
Las formas del amor evolucionan, aunque sólo hasta cierto punto. La asepsia afectiva domina por completo la virtualidad postal, tanto como la digital. Platónicos pasatiempos fetichistas, entretenimiento para cobardes emocionales.
El verdadero amor no sólo es sincrónico, también es sintópico. Presencia inmediata que atraviesa los cinco sentidos a un tiempo, y compromete nuestra vida; vecindad exigente sin botón de pausa. Lo cual suele desconcertar.
¡Por los amores virtuales y su necesario entierro! Salud.

15 de mayo de 2012

Seriedad


No quieren verlo, ninguno de los instalados en las poltronas del poder. Ni los bipartidistas venidos a menos, con actitud burlesca y descalificaciones fáciles, los más a la derecha; haciéndose los amiguetes comprensivos, los más centrados. Ni los financieros, de múltiple calaña, que desearían enterrarlos, por si acaso.
No quieren verlos pero siguen ahí y seguirán, porque se trata del futuro. Mejor, se trata del tiempo mismo, luego de la vida.
El establishment pretende congelar la marcha temporal, disimulando con grandes aspavientos, para que todo siga igual. Su intento es vano, pretenden momificar la vida y, de conseguirlo, se matarán también a sí mismos.
Frente al
necrófilo poder establecido, el 15M simboliza la ciudadanía viva, el tiempo discurriendo hacia el futuro, la esperanza. En suma, la seriedad.
Porque lo serio no se opone al desenfado y la alegría, al humor, sino a la frivolidad egoísta y a los rancios modos. 
Está en nuestras manos.

14 de mayo de 2012

Ruptura de contrato


Hace tiempo la OMC denunció que en demasiados lugares de la vieja Europa educación y sanidad no seguían las reglas del libre mercado. Cuando, al fin, se dio con la enorme excusa de la crisis, el camino hacia el negocio educativo y sanitario ha quedado salvíficamente justificado y, además, ha de recorrerse con prisa.
De ahí el estrangulamiento creciente de la educación, desdoblado en dos frentes: recortes y privatización. Palabras vetadas por nuestros actuales dirigentes, que emplean otras como ajustes, optimización y racionalización para esconder la primera y libertad de elección, fomento de la excelencia, cogestión para ocultar la segunda.
Medidas económicas del presente que obedecen una juramentación, cuyo fin es destruir la educación como motor de progreso humano. No es un ataque inocente, pues destroza el proyecto de justicia social desde sus bases. Tampoco es noble, pues actúa con efecto retardado.
Kant parece haber escrito para nuestro momento al plantear, hace ya dos siglos, la hipótesis de un pacto destinado a someter al pueblo. Dócil a cualquier gobierno, menor de edad, rebaño. Señala que el medio empleado sería la perpetuación de un dogma religioso. Hoy el dogma está en la religión del mercado financiero. Las palabras de Kant son rotundas: 
Un contrato semejante, que excluiría para siempre toda ulterior Ilustración del genero humano, es, sin más, nulo y sin efecto, aunque fuera confirmado por el poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una época no puede obligarse ni juramentarse para colocar a la siguiente en una situación tal que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo los muy urgentes), depurarlos de errores y, en general, avanzar en la Ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuyo destino primordial consiste, justamente, en ese progresar. Por tanto, la posteridad está plenamente autorizada para rechazar aquellos acuerdos, aceptados de forma incompetente y ultrajante. 
(KANT: Respuesta a la pregunta ¿qué es ilustración?)

10 de mayo de 2012

Melancólico


Con la que está cayendo y me dejo atrapar por la melancolía. Será esta imprevista canícula.
¿Qué sucede cuando una canción se nos mete en la cabeza?
Persevera en la existencia, se niega a perderla, es la misma fuerza del conatus espinoziano. Trata de permanecer aferrándose a nosotros, a nuestro interior, de manera obstinada, tiránica con frecuencia.
¿Dónde se esconde? ¿Entre el yunque y el martillo o entre alguna sinapsis? No lo se, ni lo quiero saber. Las explicaciones de los psicólogos cientifistas (de los otros, hay muy pocos y suelen ser argentinos) y de los neurólogos son tristes; no entienden de melancolías, ni de ningún otro estado de ánimo. Como cantaba Nietzsche con furia, la vida no está en las fórmulas cuantificadoras, en esa mortajas con forma de ecuación, la vida es otra cosa.
La música es arte del tiempo, sus obras sólo existen mientras suenan. Tal vez por ello nos gusta cantarlas, porque nos transformamos en artistas por unos instantes, porque alumbramos belleza con nuestra voz, o al menos lo intentamos.
Llevo unos días con una de esas canciones dentro y, lo confieso, también fuera. Le doy vida una y otra vez en mi ordenador, para darle cuerpo al eco que permanece en mi cabeza. Incluso la tarareo, con cierta vergüenza.
Clara me descubrió un interesante blog , Camerata Carabel, en el que se combinan música e ilustración. Las canciones que lo pueblan, especialmente las de Pablo Auladell, me han subyugado.
Letras certeras, mordaces y, a la vez, cargadas de la poesía de lo cotidiano, del transcurrir del tiempo. Música encajada como un armazón que sostiene y da forma, otorgando una  sensibilidad especial a la unidad, a la canción.
Beatriz es el título de la que anda conmigo estos días. Hermosa, llena de nostalgia, voy a crearla de nuevo.
(Os aviso que a mi en algunas versiones de Firefox no me suenan las canciones de este blog, he tenido que recurrir al Explorer)

4 de mayo de 2012

Puentes


(Tomo el dibujo de Clara Marta en el blog de vuelta con el cuaderno) 
Hace unos días escuchamos un concierto de Amancio Prada y anteayer asistimos a un debate que sostuvo con Gabriel Sopeña. No sabemos cuánto tardará Zaragoza en volver a ofrecernos estas mieles, de momento ¡que nos quiten lo bailao!
Sopeña presentó la figura de Amancio Prada como la de un pontífice, es decir, constructor de puentes. No debe ser casual que naciese en Ponferrada, respondió con humor Amancio (pons ferrata, puente fuerte, fortificado).
Puente enlazando lenguas, puesto que ha cantado, y canta, en gallego, en castellano y en francés. Ha traducido poemas del gallego y también del francés, como el disco dedicado a Leo Ferré.
Disco soberbio, ejemplo de cómo entiendo deben hacerse la versiones, sin caer en la imitación de otro, pues nunca será el original, sino haciéndolo suyo. El resultado es algo nuevo, mas surgido del diálogo con el versionado. Se trata, en suma de crear a partir de otro. Puente entre la música culta y la popular: viejos romances, trovas y canciones populares se unen con una melodía y unos arreglos, que los convierten en refinada pieza sonora. Logrando, como pocos, un alto nivel de belleza con un mínimo de instrumentos acompañantes.
Puente entre letra y música. Amancio no es el típico cantautor que toca mal la guitarra, tiene una voz mediocre y relega la música a un segundo lugar respecto a la letra. Por contra, domina su guitarra, la voz plena que posee y el arte de musicar la palabra, haciéndolas inseparables en su obra.
Puente que une España con Europa, tanto por formación, y por inicio de su carrera, como por su similitud con cantantes como Brassens (otro de los pocos que han logrado más con menos: su guitarra y el contrabajo de Pierre Nicolas).
Aunque se trataba de un debate, Amancio nos regaló la mejor versión del romance del enamorado y la muerte que haya oído nunca. Era inevitable que cantase, él mismo declara que cantar siempre ha sido lo que más le gusta de este mundo.
Especialmente puente, como señalaba Jacques Brel, entre música, palabra y gesto. Ambos cantautores construyen un espectáculo global; hay que verlos, antes que nada su rostro, ademas de oírlos y entenderlos. La obra surge del conjunto.
A propósito de lo último, Amancio señaló dos extremos de la música y la poesía: el del arpa durmiente (como en el poema de Bécquer), donde se sitúan el poema escrito y la canción transcrita en un pentagrama. Seres latentes, hibernados, fantasmas que cobran vida al ser cantados o declamados, y sólo entonces. Lo solemos olvidar, especialmente cuando de poesía se trata, y pasamos por alto sus milenios de tradición oral.
En el otro extremo está el anhelo de cualquier artista, el de Orfeo cantado por el romance del conde Arnaldos: la belleza que arrastra y ante la cual no hay resistencia posible, más fuerte incluso que las fuerzas cósmicas. Pero este paraíso, siempre por encontrar, requiere el esfuerzo de Sísifo y una entrega incondicional.
Como indica el marinero: “yo no digo mi canción sino a quien conmigo va”.

(Escojo un perfecto puente entre una canción popular allende los mares, un polo margariteño, y la versión genial ofrecida por Amancio)