23 de septiembre de 2012

Conjuro



Mientras releía al viejo Platón en el sofá, en un descuido, la tele se ha conectado y un contumaz ataque de precampaña electoral me ha tomado por sorpresa. Con mi sobresalto, Platón ha caido al suelo y se ha quedado abierto por el libro siete de la República. Sin poder evitarlo, he leido en voz alta, tratando de conjurar el fantasmal ataque:

Si encuentras modo de proporcionar a los que han de mandar una vida mejor que la del gobernante, es posible que llegues a tener un estado bien gobernado, pues esta será el único en que manden los verdaderos ricos, que no lo son en oro, sino en lo que hay que poseer en abundancia para ser feliz: una vida virtuosa y sabia.
Pero donde son mendigos y hambrientos de bienes personales los que van a la política, creyendo que es de ahí de donde hay que sacar las riquezas, allí no ocurrirá así. Porque cuando el gobierno se convierte en objetivo de luchas, esa misma guerra doméstica e intestina los pierde tanto a ellos como al resto de la ciudad.

19 de septiembre de 2012

Cultura


Se trata de una polémica ya vieja, la de si la cultura y, especialmente la llamada alta cultura, es enseñable o no. ¿Qué papel ha de ocupar la escuela en su transmisión? 
¿Y  en su construcción? me pregunto.
No estaría de más meditar los consejos de Juan de Mairena:
Nunca os jactéis de autodidactos, os repito, porque es poco lo que se puede aprender sin auxilio ajeno. No olvidéis, sin embargo, que ese poco es importante y que además nadie os lo puede enseñar. 
Tampoco lo estaría volver a ver Dersu Uzala.


13 de septiembre de 2012

Cambiando España


Ruletas y montañas rusas, Eurovegas y Barcelona World, tienen un común denominador: gana la casa.
Estamos viviendo las consecuencias de un empleo basado en el ladrillo, en la especulación, y se nos propone más de lo mismo. Porque la mayoría de esos empleos prometidos durarán lo que dure la construcción de la burbuja y luego las pérdidas se repartirán entre los de siempre. ¿Qué otra cosa ha sucedido con el parque Warner, Terra Mítica, Isla Mágica y tantos otros? Creados con dinero público, vendidos a precio de saldo, al borde de la quiebra y con continuos despidos de trabajadores.
Más allá del mareo de las atrcciones y el deslumbramiento de las mesas de juego, no  perdamos de vista la cuestión de fondo, porque es la que genera estas actuaciones políticas: una total falta de visión, una ausencia de futuro, de proyecto.
¿Qué país queremos, cual es nuestra meta como ciudadanos de España y como parte de Europa? No hay visión política en nuestros políticos, salvo que la entendamos como un más de lo mismo, como un pícaro medio de vida. El pícaro necesita de la honradez del otro a quien engaña, de quien se aprovecha y, además, se burla. Por eso no se preocupan del partido rival sino secundariamente, están en el mismo tajo. Su preocupación urgente es acallar y descalificar por todos los medios, las voces críticas, las alternativas que tienen algún proyecto de futuro. ¿Qué sucedería si lograsen contagiar a la mayor parte de la ciudadanía?
Sin pretenderlo, su mismo afán por evitar el contagio propicia una falta de identificación social. Caemos en el particularismo; nadie se siente parte del comun conjunto que es la sociedad a la cual pertenecemos (van para cien años cuando Ortega ya se quejaba de esto mismo).  
Además, la actuación del gobernante, puesto que nos representa,  es inevitable modelo, luego fomenta la picaresca entre sus representados. Así, crece el fraude con el iva y demás impuestos, la economía sumergida y el chanchulleo a pequeña escala. La que está al alcance de cada ciudadano que hace lo que sus gobernantes hacen, no lo que dicen.
Consecuencias de este panorama son la desmoralización general y el sálvese quien pueda, que conducen hacia el completo deterioro de un tejido social sano, y de la sociedad misma. Porque esta no se compone de grupos aislados, donde unos tratan de parasitar al resto, sino que es un todo unitario, donde cada parte ha de llevar a cabo su función para posibiltar la vida del conjunto. Si la sociedad naufraga, todos nos ahogamos, da igual la categoría de nuestro pasaje.

11 de septiembre de 2012

Maquiavelo en la ruleta

Los políticos de la comunidad de Madrid recibían ayer, con doble entusiasmo, la decisión del magnate de Las Vegas Sands para ubicar el “Eurovegas” en sus terrenos. Crecerá la oferta de empleo (dicen) y les han ganado por la mano a los catalanes (eso no lo dicen, en público).
Entusiasmo que tratan de contagiar, a través de los medios de comunicación, con la infalible zanahoria de unos 200.000 puestos de trabajo. ¿Quién se resiste en medio de la situación actual a este sueño?
Entusiasmo ya vivido, hace poco tiempo, entre los políticos de Aragón cuando se anunció el proyecto de Gran Scala, ¡Las Vegas de los Monegros! Pero el cierzo sopló y solo quedan los Monegros viéndolo pasar río abajo. Igual que otras tierras han visto pasar proyectos similares.
Cataluña no podía quedarse impasible y anuncia Barcelona World, un macroparque turístico con seis áreas temáticas y unos 40.000 empleos.
Los parques temáticos, a excepción de Port Aventura, son deficitarios y han supuesto enormes pérdidas de dinero público, es decir, de usted y mío, que ha pasado ¡curiosamente! a manos privadas.
Qué decir de un Eurovegas, un paraíso que obliga incluso a cambiar la legislación en temas de alcohol, tabaco, juego, ludopatías, derechos laborales (los pocos que aún quedan), penales e inmigración.
Un caso práctico de maquiavelismo, que tanto condenan con grandes bocas los mismos que ahora justifican el proyecto porque necesitamos generar empleo. Pero el empleo no justifica los medios para lograrlo, ¿porqué, si no, se combate la prostitución o el tráfico de drogas, siendo impresionantes generadores de riqueza?
¿Qué puestos de trabajo son esos y para quién? Me recuerdan la canción del Arremójate la tripa de Labordeta: “los hijos de la María se han marchado a Nueva York, uno trabaja de negro y otro de indio en un saloon”
 

 ¡No va más señores!

5 de septiembre de 2012

Antes de la tormenta


Hay películas que son mero relleno dentro de lotes de oferta comprados por las televisiones. La mayor parte de las cadenas ni se atreven a proyectarlos, salvo la 2, honrosa y salvadora excepción dentro del erial de la tv española. Nos ofrece la oportunidad de ver pequeñas joyas que, en muchas ocasiones, ni se estrenaron en los cines de nuestro país.
Así, el pasado lunes pudimos ver Antes de la tormenta, película sueca del director iraní Reza Parsa. Ganó la Concha de Plata en el 2000, aunque no se estrenó en las Españas hasta agosto de 2003, lo cual me hace sospechar que debió durar poco en la acalorada cartelera vacacional. Triste sino el del cine que se aparta de las convenciones hollywodienses, pero las distribuidoras no tiene entrañas.
Venciendo la tentación de contar el argumento, especialmente la malévola de desvelar el final, tan sólo diré que está a caballo entre el drama y el suspense, ambientada en una sociedad tan civilizada como la sueca del año 2000.
El problema de fondo es el de la libertad, tanto individual como social, para poder construir nuestras vidas. El guión hace aflorar las cloacas de las sociedades democráticas avanzadas y cómo nuestro mundo se ha encogido con la marcha de la globalización, cuyo verdadero motor no es sino el engaño económico. A través de dos historias, entremezcladas con gran maestría más allá de la superficie, lo cual presta a la película una profundidad angustiosa.
No da soluciones, no canta al héroe solitario, ni la grandeza del pueblo elegido y su 2ª enmienda, pero nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre asuntos tan cotidianos como decisivos para nuestra vida.
¡Bendito el relleno que se cuela y se estrena en la 2!