Mostrando entradas con la etiqueta Battiato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Battiato. Mostrar todas las entradas

10 de noviembre de 2023

El sol del futuro

 

...el futuro ni depende enteramente de nosotros ni tampoco nos es totalmente ajeno, de modo que no debemos esperarlo como si hubiera de venir infaliblemente ni tampoco desesperamos como si no hubiera de venir nunca. EPICURO, Carta a Meneceo

Debo parecerme a Nanni Moretti en algo más que en el físico, porque hacía tiempo que no dejaba el cine con esta agradable sensación. Lástima que he ido solo y nadie ha podido comentar la sonrisa bobalicona que, estoy seguro, dibujaba mi cara a la salida de El sol del futuro.

Si queréis conocer el argumento, os diré tan sólo que Giovanni, un director de cine italiano ya entrando en la vejez, comienza la filmación de una nueva película ambientada en la Italia de 1956, justo cuando se produjo la revolución húngara. Pero este rodaje va a resultar muy difícil de llevar a cabo.

Es cine dentro del cine y a la vez una crítica de la política del presente. Es más, en la Italia de la ultraderecha, Moretti está mostrando añoranza de la política, valentía al opinar y defensa de sus convicciones. La izquierda italiana también recibe lo suyo, de mano de los personajes de la película que Giovanni, el protagonista, está filmando. Como declaró el director en una entrevista: “Digamos que a la izquierda italiana le hará bien estos años de oposición para encontrar un poco de identidad”

Metacine político planteado desde las tenues fronteras entre la realidad y la ficción, entre el público y los personajes, entre el director y su obra, entre la creación y la repetición (ahí quedan sus guiños a otros directores y a alguna de sus propias películas, como vemos por el cartel anunciador y la secuencia de la que está tomado).

Moretti se ocupa de todo ello, nuevamente, con gran sentido del humor, despertándonos emociones y sentimientos alejados de los estereotipos planos del cine comercial, ya sea hollywodiense o europeo. Y es que en la película, frente a los productos masivos tipo Netflix, encontramos convicciones e ideas, aunque no se venda en ciento noventa países, como las de dicha plataforma.

Nos transmite un optimismo inseguro pero coherente, fiel a sí mismo y a los próximos; energía necesaria para hacer las cosas de otro modo. Digamos que Epicuro abandona el jardín, junto con sus amigos, y da el paso a la política. De este modo, los amigos se amplían a los próximos, como son los circenses húngaros de gira por la Italia de la película filmada, los cuales, a su vez, tienen familia y amigos aplastados por los tanques soviéticos en el otoño húngaro. La amistad va extendiéndose, la solidaridad se propaga de prójimo en prójimo, mostrando que la política va mucho más allá de lo que hacen los políticos profesionales. Sin embargo, no le sería fiel sin señalar que su optimismo es contenido, apoyado no en la naturaleza humana sino en la acción ética y política.

Acción que puede y debe ser impulsada desde el arte, desde el relato cinematográfico, en consecuencia. Si somos palabra, discurso construido por el otro, por las palabras de cuantos nos rodean, entonces Moretti, como Giovanni -su alter ego- está tratando de construir un relato donde las imágenes, acompañadas del arte más evanescente de todos, la música, influyan en el plano simbólico en vez de estar solamente determinadas por el, y lo hagan para florecer una nueva realidad. La potencia de las secuencias musicales, especialmente la del final, así nos lo dice, aunque no se yo si Lacan daría su visto bueno al respecto (pero eso no me importa mucho). El cine está construyendo un futuro nuevo al jugar con el pasado y al despertar emociones sinceras que nos unen a los otros, en lugar de enfrentarnos a ellos.

La música, está tan magistralmente traída, que entre este Moretti y el Sorrentino de La juventud van a acabar con mi fobia al cine musical. Dos canciones, especialmente, construyen secuencias inolvidables: La canzone dell'amore perduto de Fabrizio de Andrè, tremenda en su calmada melancolía, expresa la crisis amorosa del protagonista, y Voglio vederti danzare de Franco Battiato, ilumina de tal modo la escena -para mí, la mejor de la película- que han brotado lágrimas dichosas de mis ojos. He tarareado ambas para desgracia del público circundante, aunque, bien pensado, también para su suerte; y es que estamos demasiado acostumbrados al purismo del espectador intelectual, con su inmaculado silencio y su analítica frialdad en la mirada, cuando en realidad el cine siempre ha sido espectáculo vivo, dinámico y a menudo interactivo, pero este es otro tema.

En suma, estamos ante un Moretti en estado puro, esa voz necesaria frente al aplastante cine de riesgo cero cuya meta no es otra que la rentabilidad.

31 de mayo de 2021

Invito al viaggio


Cuando perdemos al creador de una obra, por grande que esta sea, resulta fácil dedicarle unas palabras, pues la herida no es sino intelectual y cicatriza saboreando nuevamente su música, sus palabras, sus hechos. Dedicarlas en cambio a quien hemos querido por lo que era, no por su obra, por su presencia que resultaba una parte de la nuestra, resulta bien diferente, por ello con frecuencia callamos.

La semana pasada la obra de Battiato resultó bálsamo que nutre, una vez más, le nostre anime, pues emprendió su último viaje. Aunque ¿quién sabe?, puesto que Cristo nei Vangeli parla di reincarnazione, nos recordó en Testamento, del último disco que realizó con canciones nuevas, compuestas y cantadas por él, Apriti sesamo. Quiero compartir dos canciones poco conocidas y que escapan tanto de lo que llamamos pop, como de la alegría de vivir tan cantada en sus composiciones más conocidas.

La primera, L'addio, sirva como despedida y reencuentro en la distancia. La compuso en 1981 para Giuni Russo y la retomó en 2008 para su tercer álbum de versiones Fleurs 2 (una más de sus burlas, pues Fleurs 3 que también ofrece versiones de otros autores y una o dos canciones propias, había aparecido seis años antes). Franco no tenía la voz de soprano, ni la potencia de Giuni, pero esta versión, hecha veintisiete años después, convierte a la original en algo nuevo, tan sutil como ese hidrógeno en el mar del olvido que repite el estribillo. Hidrógeno es el primer elemento de la tabla periódica, el más ligero de cuantos gases existen, insoluble en el agua, pero la mayor parte de su molécula, presente en todo ser vivo.

Con la fine dell'estate
come in un romanzo l'eroina
visse veramente prigioniera.
Con te dietro la finestra guardavamo
le rondini sfrecciare in alto in verticale
ogni tanto un aquilone
nell'aria curva dava obliquità a quel tempo
che lascia andare via, che lascia andare via.
Gli idrogeni nel mare dell'oblio.

Da una crepa sulla porta ti spiavo nella stanza
un profumo invase l'anima
e una luce prese posto sulla cima delle palme.
Con te dietro la finestra guardavamo
le rondini sfrecciare in alto in verticale
lungo strade di campagna
stavamo bene
per orgoglio non dovevi
lasciarmi andare via, lasciarmi andare via.

Ogni tanto un aquilone
nell'aria curva dava obliquità a quel tempo
che lascia andare via, che lascia andare via
gli idrogeni nel mare dell'oblio.

Quando me ne andai di casa
finsi un'allegria ridicola
dei ragazzi uscivano da scuola.
Dietro alla stazione sopra una corriera.
L'addio

La segunda canción, nos muestra el viaje esperado por battiato. Aparece en el álbum Fleurs de 1999, parte de Invitación al viaje de Las flores del mal de Beaudelaire, traducido y adaptado al italiano por el filósofo Manlio Sgalambro, quien colaboró con Battiato en las letras de más de media docena de sus álbunes (entre ellos también se esconde La cura, una de sus canciones más emocionales).


Ti invito al viaggio
In quel paese che ti asomiglia tanto
I soli languidi dei suoi cieli annebbiati
Hanno per il mio spirito l'incanto
Dei tuoi occhi quando brillano offuscati
Laggiù tutto è ordine e bellezza
Calma e voluttà
Il mondo s'addormenta in una calda luce
Di giacinto e d'oro
Dormono pigramente i vascelli vagabondi
Arrivati da ogni confine
Per soddisfare i tuoi desideri
I tuoi desideri

Le matin j'écoutais
Les sons du jardin
Le langage des parfums
Le langage des parfums
Des fleurs


Debéis prestar atención a la segunda parte, cuando la canción parece acabar y, por sorpresa, resurge con sintetizadores y voces alteradas (no con auto-tune, sino sintetizadas al modo tradicional de la música progresiva, para deformarlas logrando ciertos efectos, no para enmascarar sus deficiencias), mostrando una extraña belleza. También el Etna y el Estrómboli, dormidos, entraron en erupción el día siguiente al de su muerte. 

En esta coda sueña un día sin ocaso surgido de las sombras, y con su voz, de nuevo, se torna presencia.

Sai, sai, sai, dire addio
Ai, ai, ai giorni felici?
Sai, sai, sai dire addio, addio
Ai, ai, ai giorni felici?

Ascolta nel fondo dell'ombra
Una visione ti viene incontro
Un giorno senza tramonto
Le voci si faranno presenze

Sai, sai, sai, dire addio
Ai, ai, ai giorni felici?
Sai, sai, sai dire addio, addio
Ai, ai, ai giorni felici?
Sai, sai, sai dire addio
Ai, ai, ai giorni felici?
Sai, sai, sai (Dire addio)