Está hablando Mairena de quienes
pretenden alcanzar las aguas rejuvenecedoras del pensamiento, tal vez
la excelencia, la competitividad, la creatividad … pero para
alcanzarlas se siguen muchos senderos descaminantes y
desorientadores, por desdeño de la ámplia vía de la razón, que es
camino de todos, aunque no todos, sino muy pocos, sepan adónde
conduce. El gran pecado de nuestro tiempo, en que muchos se buscan y
casi nadie se encuentra a sí mismo, es el apartamiento de las
calzadas imperiales, y la constante búsqueda de falsos atajos y de
las sendas caprichosas, que no llevan a ninguna parte. Con fútiles
pretextos hemos abandonado la metafísica, el pensar metafísico que
es el específicamente humano, abierto a la espontaneidad intelectiva
y a los cuestionarios infantiles, para seguir las líneas tortuosas
de dandysmo delicuescente, o de una madurez embrutecida por la fatiga
y el alcohol.
¡Bah! ¿Renunciaremos a navegar,
que es caminar entre las estellas, porque las estrellas no pueden
cogerse con la mano?
En estos momentos, nuestra urgente
necesidad no la satisfará una economía que es irracional atajo
hacia la autodestrucción. Las naves están listas, las estrellas
siguen esperando nuestra decisión.
4 comentarios:
Muy buena cita, en efecto, hay que invitar al pensar metafísico: http://www.revista-abaco.es/revista-abaco/136-abaco-n-75.html
Saludos
MUchas gracias, David. Interesante parece tu artículo, habrá que leerlo entero.
Saludos
Estupenda entrada. ¡A navegar entre las estrellas y contra corriente!
Muchas gracias, Chus. Como decían los romanos "per aspera ad astra"
Salud
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