Me ha dado pena ver al pobre Augusto
traído y llevado de cualquier manera. ¡Todo un emperador! y ni una
mala protección, ni un mullido, empotrado en el aristado metal con
unas cinchas que lo mismo han sujetado antes chatarra y sujetarán
luego quién sabe qué.
He visto enjaulados, con el indefenso
emperador, nuestro presente y nuestro futuro:
la idea de cives romano, ese
invento del derecho (que desmarcó progresivamente lo jurídico de lo
religioso y lo moral) que nos hizo sujeto de leyes , de cuyo
cumplimiento se ha de responder ordenadamente;
el arte y la historia, inútiles
reliquias decorativas, de las que se dispone según interés al
servicio de la economía dominante;
las humanidades, la filosofía con
ellas, resignadas ante la dejación racional, obligada, que pretenden
imponernos;
la tradición occidental, con todo su
mal de androcentrismo, eurocentrismo y esencialismo, pero con todo su
bien capaz de conocer sus errores y tratar de superarlos, planteando
los ideales de dignidad, igualdad y respeto, concretados en los
derechos humanos.
Y la he visto arrastrada por sí misma,
en la figura de los oscuros hijos que ha alumbrado, dispuestos a
terminar con sus gemelos opuestos.
El único consuelo me lo ha ofrecido la
empresa de la grúa que lo traslada, se llama “da Vinci” y emplea
como logo el hombre de Vitruvio. ¿quién dice que las humanidades no
sirven para nada?
6 comentarios:
Ese contraluz ya nos habla del mito de la caverna. Luego dicen que la Filosofía es una asignatura desfasada, cuando está a la orden del día y a pie de calle...
Qué certeza más azarosa ...
Contra-luz, ¡muy cierto! Molesta que entre, aunque sea tenuamente, en la mente de los ciudadanos, y la filosofía, como el arte generan estancias luminosas.
Gracias, Clara.
Qué razón tienes, Miguel Ángel, y qué buena metáfora has utilizado. Justamente, de eso se trata, de convertir la tradición en "inútiles reliquias decorativas", como ya entrevén las filosofías de la historia que anuncian justamente el fin de la historia (pienso en Gehlen o en Kojève) Saludos
Muchas gracias, David. Creo que ante estas filosofías pesimistas de la post-historia, como las que citas y que culminan en Fukuyama, donde es descarado que el fin de la historia interesa, puesto al servicio de su triunfante amo; ante ellas, digo, creo que se puede seguir reivindicando una esperanza, un futuro diferente, como plantea Bloch.
Quizá, pero la reivindicación de nada sirve si no va acompaña de acción (histórica)...
Quizá, pero la reivindicación de nada sirve si no va acompañada de acción (histórica)...
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