No es casual, quien llevó las
fronteras de Roma a su máxima expansión. ¡El gran emperador
hispano! Obligado primero a vivir de migajas y acabar al fin privado
de tan grosero sustento.
Del cine al aire libre de tu columna, a
la sombra que guarece miradas lascivas y encuentros clandestinos. De la sombra, al olvido.