11 de julio de 2013

Augusto enjaulado


Me ha dado pena ver al pobre Augusto traído y llevado de cualquier manera. ¡Todo un emperador! y ni una mala protección, ni un mullido, empotrado en el aristado metal con unas cinchas que lo mismo han sujetado antes chatarra y sujetarán luego quién sabe qué.

He visto enjaulados, con el indefenso emperador, nuestro presente y nuestro futuro:
la idea de cives romano, ese invento del derecho (que desmarcó progresivamente lo jurídico de lo religioso y lo moral) que nos hizo sujeto de leyes , de cuyo cumplimiento se ha de responder ordenadamente;
el arte y la historia, inútiles reliquias decorativas, de las que se dispone según interés al servicio de la economía dominante;
las humanidades, la filosofía con ellas, resignadas ante la dejación racional, obligada, que pretenden imponernos;
la tradición occidental, con todo su mal de androcentrismo, eurocentrismo y esencialismo, pero con todo su bien capaz de conocer sus errores y tratar de superarlos, planteando los ideales de dignidad, igualdad y respeto, concretados en los derechos humanos.
Y la he visto arrastrada por sí misma, en la figura de los oscuros hijos que ha alumbrado, dispuestos a terminar con sus gemelos opuestos.

El único consuelo me lo ha ofrecido la empresa de la grúa que lo traslada, se llama “da Vinci” y emplea como logo el hombre de Vitruvio. ¿quién dice que las humanidades no sirven para nada?




6 comentarios:

clara dijo...

Ese contraluz ya nos habla del mito de la caverna. Luego dicen que la Filosofía es una asignatura desfasada, cuando está a la orden del día y a pie de calle...
Qué certeza más azarosa ...

M. A. Velasco León dijo...

Contra-luz, ¡muy cierto! Molesta que entre, aunque sea tenuamente, en la mente de los ciudadanos, y la filosofía, como el arte generan estancias luminosas.
Gracias, Clara.

David Porcel Dieste dijo...

Qué razón tienes, Miguel Ángel, y qué buena metáfora has utilizado. Justamente, de eso se trata, de convertir la tradición en "inútiles reliquias decorativas", como ya entrevén las filosofías de la historia que anuncian justamente el fin de la historia (pienso en Gehlen o en Kojève) Saludos

M. A. Velasco León dijo...

Muchas gracias, David. Creo que ante estas filosofías pesimistas de la post-historia, como las que citas y que culminan en Fukuyama, donde es descarado que el fin de la historia interesa, puesto al servicio de su triunfante amo; ante ellas, digo, creo que se puede seguir reivindicando una esperanza, un futuro diferente, como plantea Bloch.

David Porcel Dieste dijo...

Quizá, pero la reivindicación de nada sirve si no va acompaña de acción (histórica)...

David Porcel Dieste dijo...

Quizá, pero la reivindicación de nada sirve si no va acompañada de acción (histórica)...