No había ido cañas ese día, había
dormido a gusto y me sentó bien la comida,así que debió ser el pedrisco que, a
traición, me sorprendió en el valle de Tena ¡y dos veces! Sabidos son los
perversos efectos que presentan las bolitas heladas descendiendo desde lo
alto en lugares sin cobijo. Seguramente, esa fue la causa. El caso es
que me pareció escuchar voces. Una especie de enano malvado, como ese del cuento, cuyo nombre, que no es
capaz de pronunciar ni su madre, hay que adivinar. Su acertijo era igual de
absurdo y aprovechado también, de un prepotente descaro.
Primero denunciaba
el fracaso escolar en nuestro país, especialmente el alto número de estudiantes que suspenden y
no concluyen los estudios secundarios. Es urgente luchar contra esta
lacra. A continuación, añadía que la
selectividad no era eficaz, porque la aprueba el 94%
de los alumnos, es decir, porque apenas fracasan. Una gran lacra para
nuestro país, contra la cual hay que luchar.
De modo que, pensé, tal vez lo bueno,
y sin duda lo eficaz, sea hacer fracasar a más alumnos. Pero esto es
lo que queremos evitar. Es decir, a mayor fracaso escolar, peor es
nuestro sistema, pero más eficaz.
Le di vueltas y vueltas hasta que
recordé una pista en otro ominoso acertijo del malvado enano: es
cuestión de prioridades al decidir en qué se
emplean los recursos, si en la matrícula de mis hijos, en sus libros o
en otras posibilidades.
Y entonces se hizo la luz, la educación
para las clases trabajadoras y para los menos favorecidos de nuestra
sociedad, siempre ha sido un artículo de lujo, y así debe seguir
siéndolo. Los caprichosos que se empeñan en que sus hijos reciban
una formación por encima de sus posibilidades, deberán hacerlo a
golpe de sacrificios y privaciones, si es que así les llega. Los
lujos, ya se sabe, siempre son innecesarios.
De pronto, las últimas bolas de
granizo sobre mi cabeza, rebelaron su nombre. Ministro, se llamaba
Ministro de Educación. Al menos eso se leía en su nómina.
3 comentarios:
Clavo ardiendo, Miguel Ángel, el artículo de lujo que sólo es derecho cuando hay bonanza, y no se lucha por sostenerlo cuando empeoran las condiciones. Y es que la clase política es un topo sin corazón que escarba tuneles que van a dar a la mentira y el fraude. Cuando entiendan que el futuro está en la educación ya será tarde. Esto no es un ministro, es un mandarín iletrado al servicio de una gabinete de saldos.
Salud
Creo que entienden el futuro, pero les ciegan las prebendas que reciben en el presente, como pago a los servicios prestados a los poderosos. El péndulo se acerca cada vez más hacia uno de sus extremos.
Saludos, Manuel.
¡Qué oportuna y firme la Lupe en Madrid!. Tomemos ejemplo de ella, la LUpe-pe les votó
http://www.youtube.com/watch?v=tyhn-SCpB-M&feature=player_embedded#!
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