12 de julio de 2012

Artículo de lujo


No había ido cañas ese día, había dormido a gusto y me sentó bien la comida,así que debió ser el pedrisco que, a traición, me sorprendió en el valle de Tena ¡y dos veces! Sabidos son los perversos efectos que presentan las bolitas heladas descendiendo desde lo alto en lugares sin cobijo. Seguramente, esa fue la causa. El caso es que me pareció escuchar voces. Una especie de enano malvado, como ese del cuento, cuyo nombre, que no es capaz de pronunciar ni su madre, hay que adivinar. Su acertijo era igual de absurdo y aprovechado también, de un prepotente descaro.
Primero denunciaba el fracaso escolar en nuestro país, especialmente el alto número de estudiantes que suspenden y no concluyen los estudios secundarios. Es urgente luchar contra esta lacra. A continuación, añadía que la selectividad no era eficaz, porque la aprueba el 94% de los alumnos, es decir, porque apenas fracasan. Una gran lacra para nuestro país, contra la cual hay que luchar.
De modo que, pensé, tal vez lo bueno, y sin duda lo eficaz, sea hacer fracasar a más alumnos. Pero esto es lo que queremos evitar. Es decir, a mayor fracaso escolar, peor es nuestro sistema, pero más eficaz.
Le di vueltas y vueltas hasta que recordé una pista en otro ominoso acertijo del malvado enano: es cuestión de prioridades al decidir en qué se emplean los recursos, si en la matrícula de mis hijos, en sus libros o en otras posibilidades.
Y entonces se hizo la luz, la educación para las clases trabajadoras y para los menos favorecidos de nuestra sociedad, siempre ha sido un artículo de lujo, y así debe seguir siéndolo. Los caprichosos que se empeñan en que sus hijos reciban una formación por encima de sus posibilidades, deberán hacerlo a golpe de sacrificios y privaciones, si es que así les llega. Los lujos, ya se sabe, siempre son innecesarios. 
De pronto, las últimas bolas de granizo sobre mi cabeza, rebelaron su nombre. Ministro, se llamaba Ministro de Educación. Al menos eso se leía en su nómina.

3 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Clavo ardiendo, Miguel Ángel, el artículo de lujo que sólo es derecho cuando hay bonanza, y no se lucha por sostenerlo cuando empeoran las condiciones. Y es que la clase política es un topo sin corazón que escarba tuneles que van a dar a la mentira y el fraude. Cuando entiendan que el futuro está en la educación ya será tarde. Esto no es un ministro, es un mandarín iletrado al servicio de una gabinete de saldos.

Salud

M. A. Velasco León dijo...

Creo que entienden el futuro, pero les ciegan las prebendas que reciben en el presente, como pago a los servicios prestados a los poderosos. El péndulo se acerca cada vez más hacia uno de sus extremos.
Saludos, Manuel.

clara dijo...

¡Qué oportuna y firme la Lupe en Madrid!. Tomemos ejemplo de ella, la LUpe-pe les votó
http://www.youtube.com/watch?v=tyhn-SCpB-M&feature=player_embedded#!