Una secuencia de La mirada de
Ulises, resume magistralmente el último cuarto del siglo XX y la
primera década del XXI. Muestra una estatua de Lenin despiezada y
trasladada por un río, seguramente hacia algún mercado alemán del
arte o de las antigüedades. En la barcaza van tanto el final del
sueño comunista, como el rumbo de la política europea tras la
guerra fría.
La muerte de la última utopía colectiva se fue
sobrellevando porque los logros de justicia social en occidente
todavía daban de sí para un par de décadas. La intelligentsia se
ha repartido entre los desorientados y pesimistas, por un lado y los
acomodaticios y apesebrados por otro. Los políticos, bien se han
destapado como vampiros liberales, sin tratar ya de convencernos de
que eran de centro, bien han ocultado sus colmillos tras su patente
de progresía.
Otra imagen, de El paso suspendido
de la cigüeña, enseña unos trabajadores destacando con
chubasqueros amarillos sobre un cielo plomizo, que restablecen un
tendido telefónico. En ella recuperamos las relaciones sociales que
parecían extinguidas y restablecemos nuevas líneas de comunicación
ciudadana.
Despertamos a la esperanza, construimos la necesaria
utopía, sin la cual la vida carece de sentido.
2 comentarios:
Bellas metáforas para entender el fin de una época. Había visto La mirada de Ulises, pero no El paso suspendido de la cigüeña. Gracias
Te recomiendo verlas todas, especialmente las que siguen a Megalexandros, entre las que están las que mencionas. Acaba de salir, la semana pasada, en la revista "XIX y veinte" un artículo mío sobre Angelopoulos: "Los relatos de Odiseo".
Salud y gracias
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